En los Greenhouses el cultivo de flores de CBD se realiza en un entorno cuidadosamente gestionado para garantizar un desarrollo óptimo. Utilizamos la luz natural del sol como fuente principal de energía para las plantas, lo que mejora su crecimiento de forma natural, y cuando es necesario, añadimos iluminación suplementaria para asegurar que reciban la cantidad adecuada de luz en todo momento.
Controlamos parámetros esenciales como la temperatura, manteniendo un clima estable que favorece el desarrollo constante de las plantas, sin las variaciones abruptas del exterior. El control de la humedad también es clave para prevenir el estrés en las plantas y fomentar una absorción de nutrientes eficiente.
Uno de los beneficios de nuestro cultivo en invernadero es la protección frente a plagas, ya que el entorno semicerrado reduce considerablemente la exposición a factores externos, lo que hace innecesario el uso intensivo de pesticidas. Además, la ventilación adecuada evita la acumulación de humedad y el desarrollo de hongos, manteniendo las plantas saludables y fuertes.
Este método nos permite cultivar flores con altos niveles de CBD, preservando sus propiedades y garantizando una calidad consistente en cada cosecha.